¿Tienes mucho miedo de ser juzgado por otros? ¿Estás muy cohibido/a en situaciones sociales cotidianas? ¿Evitas conocer gente nueva?
Si te has sentido así durante al menos seis meses y estos sentimientos te dificultan realizar las tareas cotidianas, como hablar con la gente en el trabajo o en la universidad o en el Instituto, es posible que tengas un trastorno de ansiedad social.
El trastorno de ansiedad social es un miedo intenso y persistente de ser observado/a y juzgado/a por otros. Este miedo puede afectar en la realización de las actividades del día a día e incluso puede hacer que sea difícil hacer y mantener amigos. El tratamiento puede ayudarte a superar sus síntomas.
Caso real tratado en consulta
“En la escuela, siempre tuve miedo de que me preguntaran, incluso cuando sabía las respuestas. No quería que pensaran que era estúpida o aburrida. Mi corazón latía con fuerza y me sentía mareada y enferma. Cuando comencé a trabajar, odiaba reunirme con mi jefe o hablar en una reunión. Nunca me sentí cómoda en eventos sociales, donde había gente nueva y para tratar de calmarme bebía antes, hasta que llegué a beber casi a diario para poder enfrentarme a las situaciones sociales cotidianas”.
Las personas con trastorno de ansiedad social tienden a: ruborizarse, sudar, temblar, sentir taquicardia o la "mente se queda en blanco", sentir náuseas o malestar estomacal. Muestran una postura corporal rígida, con poco contacto visual o voz demasiado tenue. Les resulta aterrador y difícil estar con otras personas, especialmente aquellas que aún no conocen, y les cuesta hablar con ellas aunque desearían poder hacerlo. Se muestran cohibidos/as y avergonzados/as o incómodos/as por miedo a les juzguen.