Los pacientes son personas que están dispuestas a cambiar. Y eso es lo que hace que lo cambie todo.


El sufrimiento y los conflictos emocionales pertenecen a la naturaleza humana y se dan en todas las etapas evolutivas. Nuestra labor se centra en determinar los factores personales y ambientales que pueden tener fuerte influencia en el origen y mantenimiento de los trastornos psicológicos, así como de las estrategias que favorezcan la adaptación personal y la reducción o eliminación de estos trastornos.

Algunos de los problemas que pueden vivir los adultos son:

Ansiedad (crisis de angustia, miedo a conducir, miedo a los lugares cerrados, a hablar en público, a las relaciones sociales), estrés postraumático (tras accidente, catástrofe, violación), trastorno obsesivo-compulsivo, consumo abusivo de sustancias (alcohol, cánnabis, cocaína) u otras adicciones (juego, sexo, redes sociales, compras…) trastornos del estado de ánimo (depresión, trastorno bipolar), trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, trastorno por atracón, ortorexia, fobia a la comida), dolor crónico (lumbalgia, fibromialgia, enfermedades reumáticas, cefaleas), hipocondría o creencia de tener una enfermedad grave, trastornos somatomorfos (déficit de las funciones motoras o sensoriales, que no se explican por enfermedad médica o lesión orgánica, preocupación excesiva por algún defecto físico), trastornos sexuales (vaginismo, dispareuria, eyaculación precoz, disfunción erectil), trastornos de personalidad (trastorno obsesivo, límite, dependiente, por evitación…), problemas de pareja (comunicación, celos…), problemas de relación interpersonal: familiar, laboral, social…

Otros problemas: de imagen y competencia social, sentimiento de inadecuación, perfeccionismo, desconfianza y suspicacia excesivas, aislamiento…

ADULTOS


El sufrimiento y los conflictos emocionales pertenecen a la naturaleza humana y se dan en todas las etapas evolutivas. Nuestra labor se centra en determinar los factores personales y ambientales que pueden tener fuerte influencia en el origen y mantenimiento de los trastornos psicológicos, así como de las estrategias que favorezcan la adaptación personal y la reducción o eliminación de estos trastornos.

Algunos de los problemas que pueden sufrir las personas mayores son:

Dolor crónico (lumbalgia, fibromialgia, enfermedades reumáticas, cefaleas), hipocondría o creencia de tener una enfermedad grave, trastornos somatomorfos (déficit de las funciones motoras o sensoriales no explicado por enfermedad médica o lesión orgánica, preocupación excesiva por algún defecto físico), ansiedad (crisis de angustia, miedo a los lugares cerrados, a las relaciones sociales), consumo abusivo de alcohol u otras sustancias, adicción al juego o a las apuestas, depresión, problemas de relación interpersonal (pareja, familia, amistades), afrontamiento de las pérdidas (duelo) y del miedo a la muerte.

Otros problemas: sentimiento de inadecuación, perfeccionismo, desconfianza y suspicacia excesivas, aislamiento…

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